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lunes, enero 8

De la trena a la teta

Hace unos meses publicó Nacho Mirás en La Voz de Galicia una entrevista a Marcos Dasilva, el marido de Ana María Ríos. Creo compartir con Mirás una virtud un tanto peculiar: cierta sensibilidad por lo secundario, una atención sutil por los pequeños detalles. Quiere decirse que a veces hay más noticia detrás de la noticia que en la propia noticia. O, formulado desde otra perspectiva, que para entender la noticia es preferible rodearla que abordarla. En esa entrevista Dasilva se lamenta (“en Pontevedra non podemos facer nin unha compra. Ana foi o outro día a Zara, mercou uns trapiños e saíu no xornal”), se ufana (“eu teño un BMW, pero porque en vez de gastarme cen euros en cubatas en Portonovo quedo na casa”) y profetiza (“non cambio a miña vida por andar de divertimonas de plató en plató. Nós queriamos contalo nun ou dous programas, pechar a porta e seguir traballando, que somos xente obreira”). Con lo que quizás no contaba Dasilva es que incluso a la clase obrera le sale tetas, como a cualquiera. Y que todo el mundo tiene sus sueños, a veces intactos. De todos ellos, los de la adolescencia son los más poderosos: definen ya no una persona, sino una cultura. Los suyos los cuenta esta semana la propia Ana María Ríos, desahogada: “Siempre he querido salir en Interviú”. Para hacerle justicia, la frase debe ser reformulada, porque cuando una chica sueña con salir en Interviú no es por hacer los mejores moños de Arcade. Lo que realmente dice Ana María Ríos es esto: “Siempre he querido enseñar las tetas en una revista”. Vamos a repetirlo todos a la vez, con los pies muy juntos y las manos entrelazadas, porque la frase es sensacional: “Siempre he querido enseñar las tetas en una revista”. Detrás de la frase se oculta, limpia, una conclusión: Ana María Ríos es una ‘choni’. Dicho esto, cada uno se gana el dinero como quiere, con la dignidad que puede y comerciando con lo que tiene. Obedece a la ecuación mágica que rige los designios de una vida sencilla: querer, poder y tener. Nunca he tenido nada en contra de que una chica cobre por enseñar las tetas en una revista: tampoco tengo nada a favor. Hay muchas mujeres que limpian escaleras, pero huelen a lejía y no tienen el prestigio de Belén Esteban. Lo que pasa es que a mí me gustan otro tipo de tetas, y tengo cierta inclinación por los culos, que en el reportaje gráfico de Ana María Ríos brilla por su ausencia. Así que desvié la mirada al texto, a la literatura, que en Interviú es una literatura de emociones, pero secundaria, adobando el lustre de la carne y el photoshop. Me gustan dos suaves vibraciones de Corín Tellado. “Cuando entramos en la habitación, un corazón inmenso, hecho con pétalos de rosas, cubría la cama. Marcos y yo nos dimos un profundo beso” y “El agua era cristalina. Yo miraba a Marcos, enamorada: me parecía en ese momento el hombre más guapo del mundo”. Cuando Mirás entrevistó al hombre que con el agua cristalina es el más guapo del mundo, éste le dijo aquello de la “xente obreira” y que era una molestia que un periódico, que era Diario de Pontevedra en la sección de Clara Aldán, diese cuenta de sus compras en la ciudad. Ahora todo se ve de manera mucho más natural. A la noticia a veces hay que darle tiempo a que madure mientras uno la rodea. Ayer a los medios que quisieron hablar con Ana María Ríos, estrella erótica de la semana, se les desviaba a un agente, suponemos artístico. Agente que no estimó conveniente que la muchacha hablase con Gemma Nierga en La Ventana de la Ser: por la radio no se aprecian bien las tetas. Sí se pueden apreciar mejor por televisión, pero eso no lo sabremos porque lo último que va hacer ahora Ana María Ríos, ya lo dejó claro su marido, es ir de “divertimonas de plató en plató”.

6 comentarios:

Julio Torres dijo...

Excelente reflexión Manuel. Excelente. Non quito nin poño nada. So concluó con doua apuntes en relación ós protagonista do artigo: hai que se coherente consigo mesmos e "un é escravo das súa palabras". Seguramente, se non tivesen dito o que dixeron, non se formaría tanto rebumbio.....
NOn me parece mal que as enseñe ou non. O que me parece mal é que nos queiran vender outra imaxe. ¿Canto tardarán de ir de divirtemonos a Dolce Vita ou a outro similar? ¿Simularan unha ruptura para cobrar exclusiva e logo vender outra dicindo que xa se reconciliaron?
O do axente é moi sintomáticos dos fumes que se lles subiron a estes dous.....
E dame pena, porque conforme me pareceu inxusto que a detiveran, tamén me parece inxusto que nos queiran tomar por parvos. Que fagan o que queiran, dáme igual, pero que non tennten aparentar algo que non van facer.....
E o do axente artístico, ¿será o mesmo que o de Dinio?

Anónimo dijo...

O Gran Wyoming suxería no seu programa de La Sexta unha portada de Natascha Kampush co titular 'Secuéstrame toda, ladrón' e outra de Farruquito co texto 'No me paran ni los stops'

Anónimo dijo...

Inxusto non sei se é, o que está claro é que o triste disto é que a algúns querennos tomar por parvos, e outros, hemos de selo de verdade (ou moi listos) porque resulta que ¡¡todo o país recorda as tetas desta muller nada mais pechalos ollos!! A xente a mira, a recorda e ata ameniza os seus pratos de mediodía mentras no telexornal se fala de tetas. Será que tomanos por parvos, será, pero o luns nas tendas, na biblioteca, na radio e ata no blog de Manuel (quen merece todolos meus respetos) falábase dos peitos de Ana María.

(Xenial texto, Jabois)

Ctlejo

Anónimo dijo...

Unos soñamos con sobrevivir, otros, como Letizia, soñaban con ser princesa. Sin embargo, las hay que sueñan con enseñar sus tetas en una revista. Seguro que Ana María es de las que no hacen top-less en la playa del muelle de Arcade porque no le gusta que sus vecinos les vean las tetas. Sin embargo no duda en que toda España (que digo, el mundo) se las observe y no se las quite de la cabeza. Está claro que ha sido por dinero, pero seguro que hay una mejor manera de ganarse la vida. Haciendo moños y poniendo marmol se puede comprar un piso, pero pagarse un BMW y aguantar todos los gastos que se generan ya va a ser más dificil. Si ahora quieren vivir del cuento, que no vengan luego con arrepentimientos y defendiendo que no son gente pública. Si enseñar las tetas no es publicidad....

Anónimo dijo...

Lo que no se puede negar al q tuvo la perversa idea de fotografiar desnuda a la que fue protagonista de las páginas de sucesos tras su luna de miel es q en todas partes se hable de las tetas de Ana María y, por tanto, de su revista. ¿Alguien no la ha visto? Es el tema de la semana. Objetivo conseguido.
Ayer incluso saltó el debate entre algunas compañeras de trabajo. "¿Por cuánto posarías desnuda para una revista como Interviú?", preguntó una. O dicho de otro modo, ¿cuál es tu precio? Alguien recordó entonces la 'proposición indecente' q un atractivo Robert Redford le hizo a Demi Moore en una película q también provocó más de un debate. ¿Un millón de dólares por una noche? "Eso son palabras mayores pero si es Robert Redford...", contestó otra.
Creo que antes de juzgar a la de Arcade deberíamos tratar de responder o respondernos a esas preguntas.

Carmen Guédez dijo...

Me encantó tu post sobre Ana María y su marido Marcos Dasilva. Estoy de acuerdo contigo: detrás de esta noticia debe haber cosas más interesantes que ya empiezan a aflorar con el pasado delictivo de Marcos, un marido de novela que, como personaje literario, me atrae muchísimo. Sabrá Dios qué hay en el pasado de Ana María, pero mucho tema hay en esa vida aparentemente "sencilla". Te invito a leer lo que escribí sobre este caso en mi blog TINTA INDELEBLE. Link: http://tintaindeleble.blogspot.com
El caso de la peluquera de Arcade da para una y mil reflexiones y comparaciones.
Saludos,
Carmen Guédez