Periodista: ¿Se pagó a los secuestradores?
Presidente: Las cosas se han hecho bien, y espero que todo el mundo lo reconozca.
Periodista: Otro asunto que también preocupa es el aceite de girasol…
Este trozo de entrevista en el programa 59 segundos resume el estado general de las cosas. Así sacado, crudo y en frío, antes de pasarlo por la plancha, antes por tanto de alborotarlo con la sal y la pimienta y depositarlo en el plato sin orden ni concierto, el trozo define una forma de ver la vida (la vida láctea: la vida de ese Adolescente en prácticas al que a veces interpreta Zapatero) y el periodismo engatusado, cosiéndole baberos al poder. Es sintomático que cuando Zapatero le dice a Ana Pastor que espera que "todo el mundo reconozca" que las cosas se han hecho bien, ella sea la primera en hacerlo. Tuvo que haber tensado la cuerda Zapatero:
-Otro asunto es el aceite de girasol...
-Las cosas se han hecho bien, y espero que todo el mundo lo reconozca.
-En cuanto al paro...
-Las cosas se han hecho bien, hostias, y espero...
No es nuevo. Desde muy abajo a los periodistas se nos acostumbra a ver atacar naves en llamas más allá de Orión. Un concejal de Sanxenxo ya retirado solía llamarle a uno después de la entrevista para animarle a titular ("qué te parece si pones..."), cada vez más políticos exigen un guión (o directamente las preguntas exactas, una por una, en férreo orden) y ya son habituales las ruedas de prensa sin preguntas (o sea, sin prensa: ruedas a secas, se supone que de molino). Y si a uno no le piden guión, porque uno no es guionista y si lo fuera estaría en Hollywood, no en las provincias, entonces a uno se le puede ir la mano: es entonces el turno de la quejosa llamada arriba para llorar el marcaje.
No fue la entrevista a Zapatero en TVE nada que no hayamos visto en