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martes, noviembre 11

Fuegos nuevos / colores nunca vistos

Aquella foto de Rimbaud era el testamento de un nacido póstumo, carga metafórica de la tormenta que descruzó los caminos de su vida. Verlaine se presenta como un incipiente novelista ruso de calva horrible. Y la mirada de Baudelaire es el terror: no oculta nada. Rimbaud tanteó a Verlaine mandándole un poema y Verlaine le contestó con un "Ven, querida gran alma. Te esperamos, te queremos" antes de tratar de matarlo dos veces porque el enfant terrible que espantaba a la sociedad parisina entre hachís y ajenjo era poeta visionario y promiscuo. Baudelaire eligió su título: Las flores del mal. Rimbaud escribió Una temporada en el infierno, pero fue Verlaine quien tituló mejor su obra, pues lo creía muerto: Iluminaciones. En las fotos que se conservan de él, Apollinaire aparece en la imagen herido en la cabeza trepanado bajo el cloroformo. Escribió La linda pelirroja, un poema del que con el tiempo he llegado a aprender no sólo la teoría sino la práctica, en esa belleza furiosa de los que buscan "fuegos nuevos / colores nunca vistos". "Está también el tiempo que se puede cazar o hacer volver / Piedad para nosotros que combatimos siempre en las fronteras / De lo ilimitado y del porvenir / Piedad para nuestros errores piedad para nuestros pecados". De él se cumplieron ayer noventa años de su muerte, a los 38. Rimbaud duró uno menos, Verlaine 52 y Baudelaire 46. El simbolismo había sido descrito como "enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad, la descripción objetiva". Se fundaba parte de su estética en la sinestesia, que es la capacidad de ver sonidos, oír colores o percibir un gusto al tocar un objeto. Quizás el más famoso de los sinestésticos fue Marcel Proust, cuyo mordisco a la magdalena evocó la noche en la que, de niño, su madre no subió a darle el beso de buenas noches. Guillaume Apollinaire acaba su poema de forma singularmente reveladora: "Hay tantas cosas que no me atrevo a deciros / Tantas cosas que no me dejaríais decir / Tened piedad de mí".

3 comentarios:

Reina de Palandria dijo...

"el verano la estación violenta", iso tamén ten algo que ver con un guión, non si? Gústame coñecer as túas fontes.

saúdos Manuel.

Reina de Palandria dijo...

Poema de Arthur Rimbaud:

PRIMERA VELADA

Desnuda, casi desnuda;
y los árboles cotillas
a la ventana arrimaban,
pícaros, su fronda pícara.

Asentada en mi sillón,
desnuda, juntó las manos.
Y en el suelo, trepidaban,
de gusto, sus pies, tan parvos.

–Vi cómo, color de cera,
un rayo con luz de fronda
revolaba por su risa
y su pecho –en la flor, mosca ,

–Besé sus finos tobillos.
Y estalló en risa, tan suave,
risa hermosa de cristal.
desgranada en claros trinos...

Bajo el camisón, sus pies
–¡Basta, basta!» –se escondieron.
–¡La risa, falso castigo
del primer atrevimiento!

Trémulos, pobres, sus ojos
mis labios besaron, suaves:
–Echó, cursi, su cabeza
hacia atrás: «Mejor, si cabe...!

Caballero, dos palabras...»»
–Se tragó lo que faltaba
con un beso que le hizo
reírse... ¡qué a gusto estaba!

–Desnuda, casi desnuda;
y los árboles cotillas
a la ventana asomaban,
pícaros, su fronda pícara.

conde-duque dijo...

Manul, ahora mismo te mando al email una cosa que tiene que ver...