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sábado, julio 21

Pajaritos

Mediado el concierto de Sabina&Serrat se acercó a la plaza de toros un furgón de la Policía Nacional se suponía que para levantar atestado y detener, de paso, a los responsables de la organización que dejó a mil personas con entrada a las puertas: como el matrimonio de Ferrol que pidió el día libre y consiguió dos entradas en la reventa por 170 euros. Pero no: la ‘lechera’ venía cargada de antidisturbios dispuestos a proteger el orden público y garantizar el éxito (ya enturbiado) de Sabina y su soci en el negosi. Pasaron ya muchos años desde que el “mucha mucha policía” se convertía, producto del éxtasis colectivo, en un directo y eficaz “puta puta policía”: la canción sonó en el concierto, y ni siquiera entre el público hubo quien se atrevió a arrimarse al toro, visto lo que había montado fuera. La pestañí se desplegó protegiendo la plaza de un atentado con coche bomba, y los más animosos fueron a la Comisaría a denunciar el ultraje, la estafa y el engaño mientras por las ventanas de la plaza se deslizaban las notas de Y sin embargo. Dentro, Gabilondo se arrancaba desde una pantalla quejándose de la organización: las burlas del destino. Y Sabina&Serrat, apestados fuera, dentro lucían divinos: lo devoraron todo atizando la memoria sentimental y regalos inéditos, como Pastillas para no soñar y un final escalofriante: Para la libertad (Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, / ella pondrá dos piedras de futura mirada / y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan / en la carne talada). También pidieron disculpas, que llegaron muy tarde. De ellos no dependía, pero era su espectáculo, y su imagen: hay que estar a todo, pájaros. Salieron de Galicia, sino jodidos, sí jodiditos. Que vuelvan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estuve en ese concierto....y estuve dentro milagrosamente. Yo estuve desde las 19 de la tarde esperando la llegada de Sabina y Serrat a la plaza, para conseguir 2 escasas fotos y ni un saludo suyo cuando estábamos 5 ó 6 personas esperándolos para unas firmas, que conseguí milagrosamente gracias a su manager. Yo prometí no gastarme un euro más, tanto en Serrat como en Sabina. Y es así como se decepcionan los sueños.

Anónimo dijo...

Yo tambien estube en ese concierto, y la verdad, lo unico que puedo decir es:COJONUDO.
por otra parte es cierto que la organizacion metió la pata (y hasta el fondo). Pero ¿que culpa tienen los artistas? queremos que canten, que compongan, que nos den espectaculo... y ya puestos ¿por que no nos hacen tambien una tortillita de patatas para cenar?
fiz