España aguarda con el espíritu leve, la tibieza de un juego acolchado y una confianza secreta en el balón, paseándolo en horizontal para lograr la victoria moral, que es la que históricamente siempre nos ha correspondido. Italia espera con ardor guerrero y una pasión ciega, casi genética, por el triunfo. Lo peor de España son los españoles: la expresividad de sus periodistas, el discurso zafarranchero de su entrenador, los hinchas con montera bebiendo gin-tonics y diciendo que les vamos a meter diez. A cuenta de Italia lleva España echándose muchas risas en los últimos años: tantas como derrotas. En la final europea entre Milan y Juve tituló Marca: “Tostoneri”. Y en las entrevistas a los Cannavaros y Zambrottas siempre hay reproches entre baños de satisfacción: “A ustedes les gusta defender, en cambio aquí hay espectáculo, alegría”. “Es que en Italia defender también es un espectáculo”, contestan, “por eso tenemos cuatro títulos mundiales: pero sigan, sigan ustedes divirtiéndose que ya nosotros levantamos las copas”. El periodista Orfeo Suárez daba ayer una clave: Italia se ríe de sí misma. Lo hace Gattuso con un libro sobre su falta de calidad y lo hace Totti con una recopilación de chistes sobre su cociente intelectual. Imaginen a Raúl mofándose de sí mismo y comprenderán la distancia que hay entre unos y otros. Fatuos, más listos que nadie, exquisitos en el toque, llamándose sabio entre ellos, los españoles esperan traducir la gloria de sus periódicos en algo más terrenal: la gloria en el campo.
domingo, junio 22
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5 comentarios:
E conseguírono¡¡¡¡A min que non me gusta o fútbol, e sin embargo onte ata me emocionei un pouco...Somos tan simples ás veces...
Bicos
Me reservo la opinión que tengo de los italianos...parecida a la que tengo de los argentinos, sus parientes más cercanos...
Beso.
M.
Te olvidas de Casillas (y no hablaré de calidad, ni de las paradas). Aunque no parece tener mucho sentido del humor (es más bien serio), pero soporta las memeces de los periodistas (el gran enemigo, parecen gruppies) con mucha humildad y entereza, cosa nada fácil. Este sí que es grande, por lo normal y razonable.
Se mire como se mire, Gattuso es un imbécil. Toti no, Toti es muy gracioso.
"Estoy en contra. Pensar es decir no, escribió Alain. No sé quién es Alain, le menciona en su libro otro apestado. Y le doy la razón. Escribo porque la furia no me deja dormir. No la furia de sentirme tan solo esta noche, de oír chillar a un pájaro como un hilván suelto en la oscuridad. Estoy furioso, como otras veces, de ver en qué queda todo. Estoy furioso para no estar desconsolado. Furioso de ver a qué hemos sido reducidos. Desplumados de toda inquietud, podados de ideas propias. Recompensados en establos. Recuerdo a mis amigos: entre sus corazones, hace diez años, no había dos iguales. En todas esas cabezas esperaba una minúscula semilla. Los espíritus de todos nosotros, atormentados y exultantes, habrían sido capaces de talar la Tierra por el centro, si alguien les hubiera indicado el camino. Pero no. A todos y en todo nos aconsejaron paciencia, tranquilidad, cordura. Nadie nos dijo que los sueños pueden hacerse realidad con tan sólo creerlos, porque creas lo que crees. Nadie nos dijo que tomáramos en serio el pálpito de ver la única ventana iluminada de una calle sombría, el gusto por repetir las palabras que se quedan rondando en la cabeza (...)"
José María Parreño . (Las guerras civiles)
Jo, me está flipando la Eurocopa.
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