En el siglo XIX La Vanguardia tenía una sardónica sección de textos fugaces en la mejor tradición quevedesca. En muchos aparece Pontevedra y sus circunstancias. Por ejemplo el que da cuenta de una familia de Cambados a la que llaman, con intención, conservadora. "No desempeña más que los siguientes cargos", dice el periódico. Y enumera: alcalde (Antonio Caamaño), secretario (un cuñado del alcalde), escribiente (el hijo de secretario), administrador de Correos (el suegro del secretario) y llavero de la cárcel (un sobrino del alcalde). Claro que nada comparable a este fabuloso suelto: "El alcalde de Pontevedra se ocupa actualmente de visitar las tabernas para analizar los vinos que en ella se expenden. He aquí un alcalde modelo. Porque lo general es que visiten las tabernas para pedir el voto al tabernero". Y la visita del duque de la Torre: "En Lourizán ha sido muy agasajado y en Pontevedra se le obsequió con un baile. Nos gustaría ver al Duque bailando. A bien que debe ser maestro en el oficio, pues en toda su vida no ha hecho otra cosa". Un día de 1912, el corresponsal de La Vanguardia en Pontevedra "entregó en la Depositaría municipal 500 pesetas que le remitió un admirador del insigne violinista pontevedrés Manolo Quiroga para la suscripción abierta a fin de regalarle a éste un Stradivarius". Por cierto que ese día, "disputaron" Juan Fontán y Eugenio Otero en Sanxenxo: la riña acabó cuando el primero le abrió la cabeza al segundo con un palo y huyó perseguido por la Guardia Civil. El siglo anterior hubo asamblea en O Rosal: "Más de mil mujeres armadas con palos, hoces y azadas se reunieron (¡se reunieron!) para pedir que la recaudación de consumos de esta población no fuese adjudicada por subasta". Y el 31 de agosto de 1900 llegaron los Reyes (la regente María Cristina y su hijo Alfonso XII) a Pontevedra. Miles de personas recibieron a los monarcas en los muelles y el fervor (banderas en las calles, pañuelos, autoridades y alharacas) continuó en todas las calles a lo largo del día. Hubo dos misas, y al pasar la comitiva por la posesión de Lourizán, la familia del señor Montero Ríos "se encontraba a la puerta, y montó en un carruaje acompañando a los Reyes". Para acabar este repaso histórico en La Vanguardia, deja uno recuerdo de un artículo de homenaje que el periódico barcelonés hizo en los sesenta a Diario de Pontevedra tras cerrar éste (para reemprender su actividad meses después). Después de citar firmas históricas (Valle, Camba, Muruais, Said Armesto, Sánchez Cantón o Filgueira Valverde), recuerda el periódico catalán que fue Andrés Landín el fundador del Diario, y que su hijo Prudencio ("abogado famoso, político y escritor") escribió para La Vanguardia varios artículos pontevedreses. Acaba el columnista: "A mí me agrada leer mañanero los diarios de los pueblos y cuando vaya a Pontevedra no tendré esa satisfacción. Dirán algunos que soy un ejemplar de paletismo, pero entiendo que el primer contacto con las pequeñas ciudades debe hacerse con la lectura de su periódico".
jueves, octubre 30
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2 comentarios:
Lo dicho: este archivo es una mina... Y tus selecciones una gozada.
Yo es que ni sabía que en el siglo XIX existía el castellano, ya no te digo los periódicos o la vida.
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