Para los que no tuvimos la desgracia de que se nos muriese Franco, el viernes pudimos hacernos a la idea de lo que fue aquello con el final del Tomate. Lo poco que vi me pareció un ejercicio sublime de la televisión concebida como espectáculo: tétrico, si se quiere, pero impresionante. El pringoso noticiero discurrió bajo una apocalíptica trascendencia, como si se avecinase el fin del mundo o un cambio de régimen. Arpías y culebras de toda calaña, famosos destripadores del patio nacional, llenaron el plató para dar el pésame a unos enlutados presentadores, curiosamente los únicos a los que el paro les da la risa. Mientras la hora larga del programa transcurría con una cuenta atrás en la parte superior de la pantalla, en la calle se manifestaban treinta personas exigiendo que el Tomate no acabase. Allí estaba retratado lo kitsch, en su pureza, dibujando una estampa posmoderna que ya quisiera el primer Almodóvar. A grititos trataron de torcer la voluntad de Telecinco. Su patetismo alcanzó las más altas cotas cuando una, llena de pena, dijo: “Estamos un poco tristes porque por culpa de esto no podemos ver el último programa”. Hubo otra cima: cuando se recuperó a Chanquete y los muchachos cantando el No nos moverán. Pareció pararse la cámara en el rostro de Pancho, como diciendo: “ay, si te hubiésemos pillado nosotros”. Con la canción se pasaron imágenes como la de aquella peluquera que un día perdió la cabeza y se puso a hablar con una ventana. Por detrás sonaba el “porque este barco / es toda su viiiiida” con la peluquera cagándose en todos los muertos habidos y por haber. No dio tiempo para mucho más: ya bastantes histéricos dejaron su testamento en el contestador antes de descargar plomo en las entrañas. La Alcayde guardó las tetas y, por donde vino, marchó. Si dura el paro, ya le dará chollo Interviú.
domingo, febrero 3
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3 comentarios:
Esto es de lo mejor que he visto en la tele últimamente:
http://www.youtube.com/watch?v=iBL8MorjTYo
Buenísimo. Digno del Almodóvar más kitsch de los comienzos.
Lo que no sé es cómo puede aguantar la risa...
¡¡¡A TI TE INVOCO, DEMOCRACIA!!!
Jajaja. No me digáis que no es bueno...
La verdad, da un poco de miedo cuando coge esos dos cuchillos. Recuerdo unas imágenes de ella en tanga. Las conservo en el disco duro, en el apartado "evitar erecciones inoportunas"
(Por cierto, miedo me da mañana el yutú: ya acaba de entrar un cabroncete en el blog buscando "ridículo goya alfredo landa")
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