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lunes, octubre 20

Que lo lean


Vilagarcía de Arousa acoge estos días la última guerra sentimental que le quedaba por librar al funcionariado: acogerse a su derecho moral de pasarse por el forro el horario de trabajo. La noticia es conmovedora y exige una lectura muy atenta. Los funcionarios del Concello llevaban treinta años trabajando de ocho y media a dos y media por una especie de tradición de origen inca, o algo así, cuando deberían hacerlo de ocho a tres. Y el Gobierno local tomó en septiembre una medida revolucionaria que pilló a todo el mundo por sorpresa: acogerse a la Ley. La reacción del personal no defraudó a nadie. No es para menos: harían falta plantaciones enteras de Colombia para abastecer de café los bares de Vilagarcía una hora más. En una de las cartas de protesta se pide “una reparación por los daños causados a mi imagen y dignidad pública como funcionario”. Quieren mil euros como compensación económica. Para pagarles el psicólogo, se supone. A los funcionarios los dibujó una vez Forges en un Seminario de Palos al Agua. Salía uno estrellando el palo en un cubo y el supervisor le decía: “Con más poderío, señor Peralejos”. Pero mi preferido siempre fue el del tipo que se acerca a otro y le dice: “Coño, no sabía yo que había media hora diaria de tute”, y aquella tierna y demoledora respuesta: “Pues léase el convenio”.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Llevo ya 4 años trabajando como funcionario del Estado y me gustaría escribir un poco sobre nosotros. Los funcionarios somos una gran carga para la sociedad. Sin duda, España funcionaría mucho mejor sin nosotros.
Ahora bien, cuidado, con esto no estoy diciendo que los funcionarios seamos unos vagos (que los hay, muchos y mucho) pero hay una gran mayoría que hacen su trabajo igual de bien que cualquier otro buen trabajador del sector privado.
De hecho, no conozco ninguna persona que lleve pocos años en la administración que no ponga interés en hacer bien su trabajo. ¡Ninguna!
El problema fundamental es que hay servicios en los que hay muchísimo trabajo y muy poca gente, en la que se generan retrasos tremendos en los trámites con el consecuente (y con razón) cabreo del ciudadano interesado.
También hay otros servicios en los que no hay mucho trabajo que hacer y se toman cafés a todas horas, se llega al trabajo una hora tarde y se sale dos horas antes (ojo, cuando no hay un funcionario en su puesto puede estar tomando el descanso al que tenemos todos los trabajadores derecho o simplemente… en el baño!!! No nos juzguen sólo por que no nos vean en nuestro sitio en ese preciso momento).
Evidentemente, cualquier buen ciudadano de a pie que vea esta situación (una oficina en la que nadie hace nada y otra en la que hay un retraso de varios lustros en la tramitación de su expediente) va a unir las dos situaciones y dirá: hay retraso porque no hacen nada.
Pero la cosa no es así. Hay una más que penosa distribución del personal y una más que lamentable distribución del trabajo. Normal. ¿A quién le importa? Si la “empresa” va mal… pse, nadie pierde dinero, así que… nadie se mueve. Todo el mundo se deja llevar. Y mientras no hagan algo los que se encargan de eso (políticos, naturalmente, que vienen y van según el partido que esté).
De verdad, es “divertidísimo” ver por ti mismo los criterios por los que se distribuye al personal en la Administración. Divertidísimo e impresionante.
Otra de los grandes problemas del funcionariado, quizás mayor todavía que el anterior, es lo “divertido” que resulta ver las diferencias salariales que existen entre una persona que trabaja haciendo exactamente lo mismo que otra que trabaja en la mesa de al lado y que accedió de la misma manera al funcionariado. Es increíble. Y a lo mejor la persona que cobra más trabaja la mitad… Es frustrante. Y mucha gente acaba trabajando menos y menos y menos… y menos… y menos…
Otros problemas… por ejemplo que cobre lo mismo un funcionario de Lugo que uno de Madrid… Yo estuve en una ciudad muy cara y… os juro que no es ningún chollo (eso sí, cobras todos los meses y esa seguridad, hoy en día más que nunca, es de agradecer).
Pero mientras existan todas estas diferencias y esta lamentable organización del personal y del trabajo, España irá mal o, por lo menos, mucho peor de lo que podría ir.

Portarosa dijo...

El problema de los funcionarios es que sólo tienen que trabajar lo que su propio sentido de la responsabilidad/deber les exija. Porque, salvo que asesinen a alguien con testigos, son intocables. Y eso significa (no sé en Finlandia, pero aquí sí, aunque por supuesto haya funcionarios ejemplares) un suicidio administrativo.

Un abrazo.

Reina de Palandria dijo...

Los funcionarios -no lo olvidemos- son también personitas con su corazoncito y todo, y el problema está en la cosa de lo público. La empresa no se hunde porque yo trabaje más o menos, piensan, ni me van a despedir, ni dejaré de cobrar a fin de mes...y si el jefe de servicio llega tarde, a santo de qué voy a llegar yo más temprano...Y así se va haciendo patria, casi sin querer. Porque a lo bueno se acostumbra uno con facilidad.

Pero a mi la raza humana nunca deja de sorprenderme, yo he estado en una oficina de la Administración todo el verano sin jefe de servicio, y todos , absolutamente todos acudimos al trabajo y cumplimos no sólo con el horario, si no también con nuestras responsabilidades (cada uno en la línea en la que lo hace diariamente, vamos que no todos nos matábamos) .

En parte comparto lo del anónimo, pero también es cierto que cuando uno disfruta durante años de un privilegio, acaba creyendo que tiene un derecho irrefutable, y así acaba como los de Vilagarcía.

Saludos

yaya dijo...

Y yo cabreada con este tema de los funcionarios, con lo divertido que parece el municipio de Vilagarcía de Arousa visto desde tus ojos, m. Deberías estudiar más ritos incas de esos que hay por este pueblo.

Anónimo dijo...

POLITICA DEL TRABAJADOR ESPAÑOL:
1. La hora de salida es la que marca el/la jefe/a. Nadie se le ocurre irse antes que el/ella; queda fatal.
2. Es mejor trabajador aquel que pase más horas en el trabajo Vs. aquel que trabaja más horas.
3. Pierdo el tiempo tomando cafés o consultando estos blogs pero luego salgo dos horas más tarde para que parezca que trabajo la leche.
4. ¡¡¡ASÍ VA EL PAIS!!!

Anónimo dijo...

A ver, tanta tontería:

¿qué funciona mejor, en dónde le tratan a usted mejor:

en Hacienda o en una compañía de Telefonía

en la Seguridad Social o una agencia de viajes

en el ayuntamiento o en un banco o en Renfe

Esto, dentro de no ser el no va más del método científico, sí son cuestiones importantes.

Los ayuntamientos están bastante obsoletos, las oficinas descentralizadas están un poco perdidas, pero...¿quieren comparar la eficiencia de Hacienda con darse de baja en el contrato de conexión de Orange? ¡por favor!.

Hablemos de la empresa privada también, del trabajador en general, no sólo de los tópicos del funcionario..y no me vengan con eso de nuestro dinero, ¡nuestro dinero también es el del BBVA, coño!

(no se habrá notado que soy funcionario, espero...fdo: GRANDE MARLASKA (el juez, no el grupo¡!).

Anónimo dijo...

perdón, por último, funcionarios no son los cuatro pelagatos de Vilagarcía, o dó sea.

Cómo periodistas no son sólo los del 20 minutos.

Aunque también.

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Haiku funcionario

Entre la noche oscura
y el día en blanco:
la vida gris.

(por un funcionario)

Un abrazo.