Me he trasladado! Redireccionando...

Deberías ser trasladado en unos segundos. De no ser así, visita http://www.manueljabois.com y actualiza tus enlaces, gracias.

Mostrando entradas con la etiqueta Diario de Pontevedra / El Progreso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Diario de Pontevedra / El Progreso. Mostrar todas las entradas

lunes, marzo 30

Prestige


Decía Felipe González que el poder era no tener a quién llamar. «Tu teléfono siempre es el último que suena», le dijo al periodista. «Pero si lo tengo en silencio», contestó el reportero. Cuando el Prestige eyaculó sonaron varios teléfonos, pero los únicos que los escucharon fueron los corzos, o lo que quedaba de ellos. Galicia fue siempre tierra de extremas sensibilidades: se echaron los pájaros a las escopetas. Como ese fin de semana no había un solo español con responsabilidades políticas en el barco que no estuviese cazando, y porque el plus de libre disposición no se cobraba aún, la cosa se empezó a gestionar el lunes a media mañana. Cogieron el barco y lo pasearon de arriba abajo en vals magnífico para que lo viese todo el mundo, porque de pronto se supo que el acontecimiento era histórico y había que gobernar para todos. Cuando no quedó nada limpio Fraga sugirió un fin de fiesta a la altura: «Un cañonazo y punto». Se encerró luego a Apostolo Mangouras, que iba para base de Aris de Salónica y degeneró en capitán. Y por fin esta semana la Justicia exculpó al Gobierno: obró correctamente y la carne de corzo estaba buenísima. Los voluntarios lo que recogían en capachos era la gomina del delegado del Gobierno. Muxía fue una fiesta.

lunes, marzo 23

Vidas

Sobre el extravagante concepto de la familia giró hace años una movilización que estremeció al país: millones de personas batiéndose tal 2 de mayo por Madrid contra la destrucción inminente de un padre, una madre y sus hijos derivados, tomados en alternativa o concebidos con trabajosa elegancia. No parecía fácil superarlo, pero ahora redoblan los tambores: la defensa de la vida. La campaña la impulsa una organización que predica que hay vida más allá de la muerte y también, si uno se ha portado bien, aire acondicionado en el salón y pastas para las visitas. La vida es una palabra que exige un esfuerzo tremendo escribirla. Siempre se ha dicho que un articulista que quiera ganarse el favor del público debe escribir a favor de los niños y los derechos humanos, pero ir a favor de la vida ya es vicio. Los obispos se lamentan de que la protección del lince es mayor que la del hombre, un discurso adoptado por Guardiola, que quiere que se proteja también a Messi. Históricamente el problema siempre fue el concepto: ¿cuándo Messi fue Messi? ¿Al llevar cuatro meses en la Messibarriga? El obispo de Bilbao dijo ayer que le daba vértigo pensar que pueda disponer la madre de su hijo para la vida y para la muerte sin preguntarse, nostálgico, si muere algo que no ha nacido o si nace ya, el chico, en la primera mirada entre sus padres.

lunes, marzo 16

Alto ahí

Nada más perder las elecciones Touriño marchó a Canarias a broncear los escaños. Desde hace años las derrotas en Galicia suelen acabar allí: no hay más que saludar a un camarero. Y aunque Touriño tenía el viaje previsto, el fracaso lo retrató lagarto en una tumbona fajándose con la protección. La imagen envuelve una metáfora. Durante la campaña a Touriño se le dibujó como al jeque marbellí cuyos criados paseaban en camello por las joyerías vaciando los mostradores en sacos y dejando propinas con las que empezar una vida nueva. Calló en su soberbia hasta cuando las zalamerías le comprometían. O Presidente tenía que haber aprendido algunas cosas de su antecesor, como poner freno al disparate con autoridad. Hace años entrevistó Dragó a Fraga y le dijo: «Usted convoca a numerosas mujeres en sus mítines que, más allá de la política, le ven como el gran macho, y ellas acuden como por una especie de llamada erótica que...». A lo que Fraga saltó: «¡Alto ahí, amigo!». A Touriño le faltó un «alto ahí» y lo rumia ahora. Pero fue presentado en las elecciones sobre un altar y bajo palio, como un santo de cera, y quizás ahí, en las Canarias, defendiéndose de un rival a su altura como el sol, supo que no le hubiera venido mal haberse defendido antes del PP.

lunes, marzo 9

Ciencia

De todos los estudios científicos, los del sexo han sido siempre los más exigentes. El último tiene un marchamo sensacional: es más difícil que una pareja alcance el orgasmo si tiene los pies fríos. Un anexo inteligente diría que también es complicado si uno de los dos está muerto, pero una amiga suele decir que hay mucho tabú en eso. Woody Allen propuso un tratado que tituló ‘Posiciones sexuales avanzadas: cómo llegar a ellas sin reírse’ y fue solapado por los estudios revolucionarios del profesor Bernardo, que clamó: “¡Yo fui el primero que descubrió que si a un hombre se le esconde el sombrero se vuelve impotente!”. Una prestigiosa revista científica publicó que el 59% de universitarios creía que una felación no era una relación sexual, sino una pandemia. El periodismo acoge estas verdades con euforia porque un Mundial cada cuatro años deja mucho tiempo libre para el patriotismo. Hace poco casi se declara un festivo porque se anunció que los españoles eran los que más duraban en la cama. La famosa media de 13,5 centímetros contuvo la alegría porque ya se sabía entonces el estudio del profesor Bernardo y la reacción agónica de Allen: “Leí una declaración que hizo usted referente a que la longitud media de un pene debe ser de 45 centímetros. No le parece un poco… ¿largo?”.

martes, febrero 10

No va a haber farolas para todos

La crisis lo que está dejando, principalmente, son pobres. Se está hablando mucho de la travesura de los «cuatro judíos de Wall Street» y muy poquito de los pobres y su impacto en el paisaje. En silencio, con mucha discreción, nos estamos haciendo todos un poco pordioseros. Algunos por moda, otros por placer y la mayoría por instinto. Si hay orden es porque el paro aún permite la chiquita. Pero se mire hacia donde se mire hay pobres ya en ejercicio y otros en proyecto, algunos de calado. Ahora mismo, en este minuto en el que usted está leyendo (un gran minuto, no lo dude), su empresa está conspirando para despedirle. No se amargue y beba de un trago lo que tenga delante. Piense que la próxima semana aquí también puede estar escribiendo otro y el minuto no ser lo mismo. Que un parado es mucho parado, pero cuatro millones ya es cachondeo: uno más y pueden manifestarse en Madrid a favor de la familia. Y sobre todo tenga en cuenta que no se ha tocado fondo y que la caída es libre. Yo llevo toda la semana haciendo recuento y no va a haber farolas para todos. A ver si los más bajitos pueden aprovechar las ramas de algunos árboles de Campolongo o hace el alcalde un bando o algo.

lunes, febrero 2

Confesados

En el primer cajón de cualquier motel de carretera de Estados Unidos hay una Biblia y a veces, si el motel es de categoría, un revólver cargado con cachas de nácar. En España lo único que se puede encontrar en el cajón de un motel es un bidé de repuesto y una muestra de Brummel. La reserva espiritual que antes pregonaba el Caudillo bajo palio ahora la protegen las escuelas públicas manteniendo el crucifijo sobre el encerado a modo de aviso: así acabó el último que no hizo los deberes. Los presidentes del Gobierno tienen que jurar el cargo frente a la Biblia, que viendo el panorama mejor vendría al caso cualquier libro de Cunqueiro. Cuando Cuiña pensaba las carreteras que necesita Galicia sabía lo que venía encima: autobuses de solteros desplazándose de una parroquia a otra y autobuses de mártires lingüísticos que cruzan en verano el Padornelo a la búsqueda del Santo Grial de la lengua común. Ahora ya circulan por Madrid líneas regulares con publicidad atea que llegarán a Galicia, donde hay cines que aún estrenan El príncipe de Zamunda, dentro de una década. Si Dios existe o no debería ser competencia de Iker Jiménez, pero hay quien en lugar de ver la viga propia ve la paja ajena: la blasfemia ha sido respondida de forma contundente por autobuses de publicidad sagrada. Que la DGT los coja a todos confesados.

lunes, enero 26

Malkovich

Yo no sé si soy Anxo Quintana, porque he flaqueado siempre en las cosas de la identidad, aunque sé que hay mucha gente que lo es y aún más que aspira a serlo. Hubiera estado bien ser Beckham, qué sé yo, o Woody Allen. Pero la nación exige, y denantes mortos que escravos por mucho que alboroten las mujeres. Miren el vídeo del BNG, en el que aparece Quintana como un Espartaco de elegante traje sin corbata entre sucios esclavos: un Espartaco Santoni. Hay cosas que no encajan, pero en la imperfección está el encanto y además se trata de la primera obra audiovisual madura, aunque tendrán que hablar los críticos, de Antón Reixa. Por lo demás, cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que cuando el profesor se da la vuelta después de un gomazo y pregunta quién ha sido, la clase entera, ceñuda, señala al culpable. Y si resulta que por un extravagante ataque de dignidad todos somos uno, lo primero que se hace es subirse a la mesa, que eso lo tenemos muy aprendido. De momento algunos aún andamos buscando la gatera por la que colarse para ser Anxo Quintana y meterse en la complacida barba del líder, como aquel Cusack feliz que encontraba la prodigiosa manera de ser John Malkovich. Cómo ser Anxo Quintana: gobierne también usted el departamento.

lunes, enero 19

Oh, Presidente!


En sensacional despliegue, el PSdeG ha sembrado Galicia de vallas publicitarias por las que asoma un Touriño en perfil, mirando el horizonte bajo una luz sombría. Nada más, sólo un aviso: O Presidente. Hay niños en la calle que señalan el cartel y preguntan cuándo se estrena. En Galicia estamos preparados ya para cosas así. Cada cuatro años el PP exhibía una foto de Fraga aún más joven que en la anterior, hasta que todo se frenó en seco cuando aquel rostro se dirigía, imparable, al del ministro que fue. Fraga era un antepasado de sí mismo y Touriño promete subirse al Air Force One para salvar a un mundo acosado. Los expertos lo muestran en expresión de sutil éxtasis y con la faz iluminada para fortalecer, dicen, su posición de capitán, pero se prefirió llamarlo O Presidente a Querido Líder, que es un poco más lo que los gallegos andamos buscando. Dijo una vez alguien que este país no quiere un gobernante sino alguien que le castigue, y si uno se fija hay un deje severo en ese gesto de Touriño con los labios apretados, como pensando en dar unos azotes para que el electorado entre en calor. “Votadme no vaya a ser el cuento”, podría soltar en los mítines, pero Touriño no es Fraga y el rural desconfía de quien no le grita. Oh, Presidente!

lunes, enero 12

Voces

Algo en la vida no va bien cuando el presidente de los EE UU aclara en su despedida que no escucha voces. De su lapidario imbécil, la frase «no escucho voces» debería figurar ya como épico resumen de su mandato: una suerte de canto de cisne con el que entender, desde una poderosa perspectiva, los años pasados. Pongan a Touriño confesando que no ve muertos o a Fraga decirle al pueblo que en San Caetano no se abren solos los cajones. En España a lo más esotérico que se ha llegado es a escuchar a Zapatero decir, sobre la menstruación, que su hija de trece años ya ha sido «convidada a la vida». Pero Bush, amparado en su espiritualismo, ha querido matizar este tipo de cuestiones. Mística era Santa Teresa, no yo, vino a decir. Y había como un orgullo en la frase, del estilo «yo no estoy zumbado, pero qué cerca ando». Dirán que hablaba para su votante medio, que ése escucha de todo y a veces tira para el colegio con una recortada, pero es que Bush ya no está en campaña. Así que lo mismo deja caer eso para anunciar que ahora se va a su casa a escuchar tales voces, que eso ya no se lo prohíbe ninguna enmienda, y levitará y verá a Dios, y cualquier día llorará sangre y peregrinaremos a verlo, santo varón, a que nos ponga la mano en el hombro, como al otro. Ungiditos todos.

lunes, enero 5

El primer bebé del año

Hay pocos fracasos más evidentes en el periodismo que este sonrosado clásico: el primer bebé del año. Dónde nace, cómo se llama, cuánto pesa: un bombazo. Si se supone que uno debe informar acerca de lo extraordinario, pocas cosas hay más ordinarias que el nacimiento de un niño. Es una forma de acercarse a la ternura en telediarios difíciles, como los del uno de enero, pero bien se podía buscar la primera y poderosa fecundación: al menos hay ahí bastante más investigación. Con estos niños lo que hace el periodismo es ejemplificar uno de sus causales leitmotiv: la urgencia de rellenar el tiempo del gran público aún poniéndolo, en su espanto, frente a una bobería. La prueba está en el seguimiento sagrado de la noticia. ¿Alguien se ha preocupado por saber el destino del primer niño de 1982 y si ha llegado, por algún tipo de brusco camino, a ser el padre del primer niño de 2005? Esta gente ha sido portada y ha abierto con cierta fortuna los telediarios. El mérito de esa fama no es de ellos, que pasaban por ahí, sino las veloces contracciones de su madre (¡hipódromo de parturientas!) y un motivo estupendo: el sanatorio, que viene siendo la cómoda versión oficial. La Navidad (¡ah!) siempre fue tierra de tópicos. Y sus noticias, inconstatables rumores.

viernes, enero 2

Chandaleros

Ha empezado uno a observar con preocupación el uso descarado del chándal ya no en la calle, a donde uno parece que sale siempre sin vergüenza a ser afrentado por Javier Marías o el cursi de turno, sino en la casa, como herramienta de comodidad, en apabullante contrasentido. Dentro de 200 años se señalará el chándal como se señalan hoy los pololos: una suerte de degeneración colectiva en la que de vez en cuando se sume, para luego coger impulso, la Humanidad. Y será digno de estudio el uso del chándal en la propia casa, cruzándose a la familia en el pasillo y recibiendo a las visitas impertérrito, como si uno hubiese necesitado del Adidas para freír un huevo. El chándal es EGB, sudor y luego el puente de A Barca para el pico de caballo. El pijama, en cambio, es la abuela poniéndote una bolsa de agua caliente en los pies cuando dormías en el pueblo o el vispapurú de haber catarro. El pijama es la infancia y la pantufla y el chándal el acné y el acabose. El pijama es ponerse la casa encima y pasear con ella, bajo el calor de la familia, porque representa una moral, y el chándal remite a una desestructuración tremenda digna de Servicios Sociais. Su historial es casi criminal: los fundamentalistas lo han llegado a combinar con camisa. Si bien su ‘cremallerístico’ destino es incierto, la prioridad ahora (prioridad incluso gubernamental) es sacarlo de casa. No necesariamente puesto.

lunes, diciembre 22

Holmes

Probablemente uno de los sucesos literarios más traumáticos en la vida de los hombres haya sido la muerte de Sherlock Holmes. Tanto, que Conan Doyle tuvo que resucitarlo para levantar la moral del Imperio. Resulta imposible leer su carta de despedida al doctor Watson sin evitar un sentimiento profundo, casi entrañable, de tristeza. En ese ejemplo tan british de ir a la muerte concede Holmes un solitario lujo a su más íntimo amigo en la hora final. Tras cientos de páginas viviendo su vida con cierta melancolía, sufriendo sus silencios y sus depresiones, el gran detective deja un gesto que encuentra uno emocionante en su formidable contexto: “Téngame, mi querido compañero, por sinceramente suyo”. Muchos años antes, Watson diría al amigo que le presentó al joven Sherlock Holmes: “Le quedo muy agradecido por habernos puesto en relación. Ya sabe usted que el verdadero tema de estudio para la Humanidad es el hombre”. Y al final, Watson dice de él que es “la persona a quien yo consideraré siempre como el mejor y el más entendido de los hombres a quienes me ha sido dado a conocer”. De tantos versos extraordinarios de Borges hay uno inolvidable: “Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una de las buenas costumbres que nos quedan”.

lunes, diciembre 15

Periodismo

Cuando ETA mata, el periodismo ha de exhibir el jabonoso despiece de un hombre que ha volado en pedazos. Y lo último que se espera de un Estado es que se detenga a contar, en la cola de la pescadería, que un etarra se ha meado encima al ser detenido. Más que nada porque a lo mejor Amnistía Internacional ha de investigar el origen de ese pis. Que el periodismo le dé titular en portada es algo ya puramente nostálgico: los españoles han de saber que los etarras son cobardes, algo raro en tipos cuya especialidad es matar por la espalda a hombres desarmados. No es extraño entonces que los compañeros de tute del último asesinado sigan la partida y los fotografíen entre exclamaciones. El mensaje que se debió dar a la foto de la partida fue: "ETA ya no interrumpe ni el tute", pero el periodismo andaba buscando metáforas. Usó para ello una práctica periodística revolucionaria: ir corriendo a por la familia, los amigos y el perro de la víctima para juzgarlos. Hubiera sido interesante saber qué se hacía en la herriko taberna en esos momentos, pero había cuatro señores vascos que llevan cuarenta años viendo morir a gente jugando una partida. El espectáculo aún tuvo un cierre a la altura: el periodismo, imparable, señaló muy morbosamente al nuevo. Ni el Gara.

lunes, diciembre 8

Hitos modernos

Cuando el Che preguntó eso de “¿una revolución sin tiros?” sólo se estaba divirtiendo con una boutade. Todas las revoluciones exigen muertos no sólo encima de la mesa, como ordenaba Txeroki en tiempos de paz, sino también en las cunetas. De muchos de esos movimientos armados se conserva el vaporoso recuerdo de algo que hizo que el mundo girase la mirada o cambiase la propia Historia. El pueblo francés tomó la Bastilla y los bolcheviques tardaron horas en ocupar el Palacio de Invierno. Hasta Cuba guarda en sepia el hito de su Revolución, que es un hito sedimentado en una romántica derrota: el asalto a la Moncada. Todo ha ido a peor desde entonces, no lo duden. El IRA guarda su Omagh y la enciclopedia dirá de las Brigadas Rojas que secuestraron y mataron a un primer ministro italiano. De ETA se recordará dentro de un siglo, en su épico fracaso, que también secuestró y mató: al hijo de un albañil emigrante. Creyeron rodearse de aura mandando a los aires a Carrero, pero el general sólo era el pellejo del franquismo. Si a tan particular revolución vasca se le añade un causus belli fruto del delirio de un señor que creyó ver una raza superior como creyeron los pastores de Fátima ver a la Virgen, se entiende la raíz del socialismo tan sui generis que defienden. También ellos, como parias oprimidos de la tierra, atacan el poder. De ahí el cobrador del peaje que se cargaron en marzo o el empresario de 71 años aficionado al tute al que metieron unos tiros esta semana. El conflicto vasco, tan complejo.

lunes, diciembre 1

Dos presos

Tele 5 y Cuatro eligieron a dos presos de Alhaurín de la Torre para atraer a la audiencia en la noche del viernes. El presidiario de Tele 5 apretó el cilicio: estaba allí por dinero, cumple pena por delitos urbanísticos y no (aún) por saquear la caja y fue un marido de bragueta fácil. No se le echó a las rodillas al presentador para que le azotara en el culo de milagro. Además, los 360.000 euros que cobró de la televisión los puso a disposición del juez. O sea que aún le va a caer una buena por soborno. En Cuatro, Callejeros contó el último día de un hombre en libertad. Hace siete años atropelló a un niño. Dijo que entendía la cárcel, “pero cuando ocurrió todo, no ahora”. Estuvo enganchado a la droga y salió hace tiempo. Buscó trabajo, se casó y tiene dos hijos. Lo contaba mientras la mujer le hacía la maleta. “El chavalín pequeño”, y de pronto se le quebró la voz, “quería venirse conmigo”. En la puerta de la cárcel fumó un cigarro (“vamos allá”) y se abrazó a su mujer (“Sé fuerte que yo te espero”, dijo ella). Él desapareció entre dos guardias con la bolsa al hombro y ella dio unos pasos, pero luego echó a correr hacia la verja: “¡Gordo, te quiero!”. Fueron dos maneras muy sutiles de entender el periodismo. Tele 5 eligió una millonaria penitencia. Cuatro prefirió la vida en crudo, sin cirugía: pura reinserción.

lunes, noviembre 24

Superficie

Sucedió en Canal Sur y la anécdota ilustra una civilización y su nostalgia. En un debate sobre el amor, una joven pidió la palabra: “A mí mi madre, desde que era shiquitiya, me decía: ‘Niña, que zepa que tú aquí [agarrándose con brutalidad la entrepierna] tienes los shoshosientos millones”. Tenía razón, pero eso ya es lo de menos. Yo no soy de esa clase de tipos mohínos que van por ahí abominando de la belleza de las mujeres y enamorándose de severas profesoras de latín metidas en una bata rosa. Y nunca entenderé que se le mire a alguien con sospecha por decir que se casa por belleza o por dinero, pues desde la manzana (la primera moneda) el mundo ha ido progresando no por la lucha de clases, como pomposamente dijo Marx, sino por cositas más prosaicas. En este sentido, la decisión de una discoteca de sortear unos pechos saltarines es la medida de la modernidad, y el escándalo provocado la medida del integrismo. Lo que aún no sabe la izquierda puritana cuchi cuchi es que conflictos como el vasco acabará el día en que las discotecas de Bilbao sorteen penes de 40 centímetros. Miren: entre los derechos humanos hay uno irresistible: el derecho al ser (no al ser heideggeriano, sino al ser antirretórico que decía Plà: “Lo más profundo del hombre es su superficie”). ¡Si hasta Cataluña, según aquel histórico borrador de su Estatuto, ha modelado un paisaje!

jueves, noviembre 20

Reyes

En el ajedrez, como en la vida, el último objetivo es destruir un imperio y asesinar al Rey. Que sobre un tablero se desenvuelvan tormentas de tal tamaño y se despeñen tantas voluntades geniales ha sido siempre un curioso objeto de estudio. Oscar Wilde llegó a decir que enseñarle a un hombre a jugar al ajedrez era el camino más sencillo para destruirlo. Un tipo tan recogido como Viswanathan Anand, el genio indio que vive en un pueblo de Madrid, puede decir algo tan turbulento como que si piensa, juega mal. A un jovencito Fischer le preguntaron en una ocasión quién era el jugador más fuerte del mundo. Puso tal cara de asombro que el interlocutor tartamudeó: “Aparte de ti, claro”. Del Fischer quinceañero se recuerda su voluntad de hierro al negarse a pactar tablas con el maestro Gideon Barcza con sólo dos reyes en el tablero, ¡y el de Fischer persiguiendo al otro! En un ensayo titulado de manera magnífica (Como la vida imita al ajedrez) Gary Kasparov habla de las extrañas fobias contraídas con el tiempo por las leyendas de este intrincado arte. Akiba Rubistein, por ejemplo, empezó a ser víctima de una timidez patológica. Tras realizar un movimiento, corría a esconderse en un rincón de la sala a esperar la réplica de su adversario.

lunes, noviembre 10

Resistencia

José Blanco hizo esta semana una confesión nostálgica: “Me he resistido en estos últimos meses a confesar públicamente mi simpatía hacia Obama para no interferir en lo más mínimo en el proceso de selección que estaba desarrollando el Partido Demócrata”. No sé si la frase inaugura un tiempo o llanamente lo cierra, pero los últimos meses han debido ser espectaculares en esa casa. Imaginen a Blanco y esposa compartiendo cena con un matrimonio amigo. “Bueno, y esto de Obama y Hillary, ¿a vosotros qué os parece?”. Vean a Blanco mudándole la cara, doblando la servilleta y levantándose de la mesa. Su melancólica resistencia. “Me vais a disculpar, pero América debe decidir libremente”. Obama está poniendo en el mapa a la política gallega. Al presidente de la Deputación de Pontevedra, mismamente. En rueda de prensa, tras contestar a los asfaltos locales y las pequeñas miserias del rural, origen de Louzán y origen de la vida misma, al presidente le plantearon la ‘cuestión Obama’. Se puso de puntillas y adoptó cara de estadista mundial, como un Doutor Slump al paso de la señorita Yamabuki. Tres o cuatro lecturas al periódico, una mirada al telediario y al monte con el rifle, como el Foucellas. No habló de los caucus de Iowa de milagro. Estamos todos locos.

domingo, noviembre 2

Al habla con Su Majestad

En lugar de importar el yogur, España importó de Grecia una reina. No vino Demis Roussos, que era un poco lo que esperaba el pueblo, pero se hizo querer porque al menos callaba. El país ya había tenido a una inglesa y a una austríaca, y la monarquía entendió que le faltaba un punto socrático. Ahora la Reina cumple 70 años, una edad absolutamente escandalosa, y se ha puesto de moda de repente. Antaño el servicio hacía fiesta en las cuadras y corría al patio cuando la marquesa salía a la balconada a tirar el pelón, pero hoy la Corona guarda los duros, que no está la cosa para excesos, y los fastos corren por cuenta del periodismo, que adoctrina al pueblo con libros. En uno de ellos la Reina vino a decir que reinonas, las justas, y la autora de la entrevista ha tenido que ir corriendo a explicarse a La Noria, que es La Clave de Balbín pero en zuecos. La monarquía está perdiendo encanto a chorros: antes estas cosas se arreglaban bajando a las mazmorras. Con el jaleo, además, nadie atendió a la confesión más dolorosa de doña Sofía: fue ella la autora del polémico fotomontaje navideño de la Familia Real, aquella brillante metáfora. Muy mal andan las cosas en Palacio para tener que andar la Reina pegando las fotos con el Pritt. Que les suban la partida.

lunes, octubre 27

Minibar

Lo extraño no es que una diputada del PP anunciase que Anxo Quintana tiene en su coche un minibar, porque la oposición tiende a dramatizarlo todo, sino que Quintana no le haya contestado a la patriótica manera: “¿Pero vostede cre que éstas son horas?”. El poder ha despojado al nacionalismo de la retranca, que era el bálsamo al que siempre nos agarrábamos los escépticos. A la acusación Quintana contestó ofendido, que era algo que nunca haría Beiras, un señor que expresaba su cólera descalzándose. Montó el vicepresidente una procesión de periodistas y les abrió el maletero de su coche en un gesto tan valiente como heroico: uno nunca sabe dónde va a aparecer Joe Pesci. Pero allí había paraguas, una botella de agua y una nevera de playa que la Política valoró en quince euros y que la Realidad puso en noventa: no olvidemos en su descargo que el alcalde de Ortigueira pagaba las copas en Ibiza con billetes de quinientos como si fuesen de cinco. La que no bajó al maletero a echar un vistazo fue la diputada del PP, que prefirió quedarse en el Parlamento hablando de la siembra de fresones en la aldea de los pitufos. No hay pruebas de que se pusiese colorada, porque esta gente está muy entrenada, pero seguro que no le hubiera dicho que no a un buen Chivas.