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lunes, marzo 30

Prestige


Decía Felipe González que el poder era no tener a quién llamar. «Tu teléfono siempre es el último que suena», le dijo al periodista. «Pero si lo tengo en silencio», contestó el reportero. Cuando el Prestige eyaculó sonaron varios teléfonos, pero los únicos que los escucharon fueron los corzos, o lo que quedaba de ellos. Galicia fue siempre tierra de extremas sensibilidades: se echaron los pájaros a las escopetas. Como ese fin de semana no había un solo español con responsabilidades políticas en el barco que no estuviese cazando, y porque el plus de libre disposición no se cobraba aún, la cosa se empezó a gestionar el lunes a media mañana. Cogieron el barco y lo pasearon de arriba abajo en vals magnífico para que lo viese todo el mundo, porque de pronto se supo que el acontecimiento era histórico y había que gobernar para todos. Cuando no quedó nada limpio Fraga sugirió un fin de fiesta a la altura: «Un cañonazo y punto». Se encerró luego a Apostolo Mangouras, que iba para base de Aris de Salónica y degeneró en capitán. Y por fin esta semana la Justicia exculpó al Gobierno: obró correctamente y la carne de corzo estaba buenísima. Los voluntarios lo que recogían en capachos era la gomina del delegado del Gobierno. Muxía fue una fiesta.

4 comentarios:

Mercutio dijo...

Tu quoque?

Case Nunca Mais
(sector posibilista)

J. A. Montano dijo...

Déjelo, Mercutio: el chico ha estado brillantísimo!

(Naturalmente, cabían otros artículos; pero *ése* también.)

M. dijo...

Gracias, AS! Ser brillantísimo es una de mis ocupaciones favoritas.

Mercutio, no sé si es leyenda urbana (ayer supe que Pere Navarro sí tiene carné de conducir y cualquier día alguien me dice que Marilyn Manson no fue Paul, el amigo de Kevin en Aquellos maravillosos años), pero se dijo en su momento que, subvenciones mediante, en algunos pueblos apareció escrita en las paredes una leyenda fantástica: Outra Máis.

Anónimo dijo...

Ya pasó con el Casón, toda la gente en la calle sin saber para donde salir corriendo y nadie arregló nada, hasta que pasó hace años lo que pasó y nadie ha hecho nada, aparte del grupo que hizo las Américas sin salir de Madrid ni de los altavoces_en donde siguen_.
Cuando hay chapapote metido en muchos hogares por navegar con la tranquilidad que venden los gobernantes y se ahogan familias enteras de humanos, como lo hacían las aves en la arena mostrada hasta el infinito, tornada ahora en movediza frente a cada portal, cabría enterrar de una vez uno más de los actos de ineficiencia del poder real del funcionariado blindado e ignorante .
Con gomina o sin gomina, lo que importa es que el Delegado sea algo más que la voz de su amo .
SEito