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lunes, octubre 8

Supermanes

Versión Española emitió el viernes Heroína, la película de las madres de las drogas: aquellas que se levantaron en los ochenta, cuando los pueblos dormían plácidamente sobre las almohadas del narcotráfico, a señalar con el dedo los pazos y los coches de la ignominia. Carmen Avendaño fue una de ellas, y la película gira sobre su núcleo familiar. Además de la película, de aquellos ochenta quedan humeantes los titulares, el documental Ni locas ni terroristas, el descabezamiento de los clanes (“yo no sé que hago aquí, si yo cuido vacas”, declara Charlín, bajo una boina, en comisaría) y un reguero de cadáveres: generaciones enteras devoradas por la aguja en Vilanova, Cambados, Sanxenxo. El director Gerardo Herrero atisbó la historia viendo Marea Blanca, el documental más estremecedor e impactante que se ha hecho sobre la heroína. “Fue un enamoramiento total, habíamos encontrado la solución para paliar todo lo desagradable de la existencia. Nos sentíamos invulnerables: ni siquiera sufríamos enfermedades comunes. Eramos superhombres. Pasaron años antes de comprender que aquello tenía trampa”, le dijo hace años en una entrevista memorable Antonio Vega a Diego Manrique en El País Semanal. Los superhombres eran los que compraban las planeadoras y sembraban de caballo una década de sombras. Todo era posible: desde ascender un equipo de regional a Segunda División B hasta invitar a los periodistas a una mansión y obsequiarlos con los mejores mariscos para luego dar la orden de que bajasen de la primera planta las putas más grandes del Salnés. Las madres les quitaron la careta y los pusieron frente a los focos, despojándolos de lo que más valoraban: la complicidad culpable de una sociedad deslumbrada por su generosidad. Heroína refleja aquella lucha, aquellos dolores, aquel destino.

2 comentarios:

Dinintel dijo...

Lo siento mucho, pero cada vez que leo algo de estas mujeres me acuerdo de la forma en la que, según me consta, les llamaban algunos narcos cuando les veían a la salida de los juicios: "las borrachas".

Anónimo dijo...

la generación perdida, ese equipo de futbol expulsados uno a uno por puto arbitro vestido de negro con camiseta interior blanca...

Supermanes... supermanes con grandes coches, motos, lanchas y noches en blanco que pasan esas supermadres pensando en el futuro de sus hijos criados con todo el cariño del mundo.

saludos. O madrileño