Me he trasladado! Redireccionando...

Deberías ser trasladado en unos segundos. De no ser así, visita http://www.manueljabois.com y actualiza tus enlaces, gracias.

viernes, febrero 27

Lazkao

"(...) Vamos a suponer que en una ciudad, en un Estado, sigue viviendo un cierto número, por pequeño que sea, de hombres realmente libres. Si eso ocurriera, la violación de la Constitución iría acompañada de un gran riesgo. En este sentido cabría apoyar la teoría de la culpabilidad colectiva: la posibilidad de conculcar los derechos está en relación directamente proporcional a la libertad con que tropieza. En la antigua Islandia, por ejemplo, hubiera sido imposible un ataque a la inviolabilidad y aun santidad del domicilio en las formas en que ocurrió, como mera medida administrativa, en el Berlín de 1933, en medio de una población de millones de almas. Merece ser citado, como excepción honrosa, el caso de un joven socialdemócrata que en el pasillo de su apartamento abatió a tiros a media docena de los denominados 'policías auxiliares'. Aquel hombre continuaba siendo partícipe de la libertad sustancial, de la antigua libertad germánica que sus adversarios ensalzaban en teoría. Naturalmente, el mencionado joven no habría aprendido eso en el programa de su partido. En todo caso no era de aquéllos de quienes dice Léon Bloy que salen corriendo en busca del abogado mientras su madre está siendo violada..En el supuesto de que hubiera sido posible contar en cada una de las calles de Berlín con uno de esos casos, con uno solo, de otra manera habrían ido las cosas. Los períodos prolongados de calma favorecen ciertas ilusiones ópticas. Una de ellas es la suposición de que la inviolabilidad del domicilio se funda en la Constitución, se encuentra asegurada por ella. En realidad la inviolabilidad del domicilio se basa en el padre de familia que aparece en la puerta de la casa acompañado de sus hijos y empuñando un hacha en la mano (...)".

Ernst Jünger, citado estupendamente por José Antonio Montano

3 comentarios:

J. A. Montano dijo...

Gracias por la mención, amigo M.: sobre todo, por el impulso para releer a Jünger.

M. dijo...

Qué féliz me hizo ayer leer su lema de escudo de armas: "Yo hubiera funcionado mejor en la vida con los mismos defectos, pero con menos virtudes". Me lo voy a colgar en el Facebook, con permiso de Gil de Biedma, como saludo principal, querido Montano. Aperta!

Anónimo dijo...

Mea culpa por pasar ayer sin leer esto .Para autocastigarme, haré copia y pegas varios .
SEito .