lunes, junio 30
Nos gusta el fútbol
jueves, junio 26
Aldeas
martes, junio 24
"¡Venga, hombre!"
UN GUIÓN IMPOSIBLE
Por insólito que resulte, España ganó en los penaltis a Italia después de dominar y tener más ocasiones. Los 'achurros' lo estaban flipando. La cámara se paseaba por la grada 'macarroni' y devolvía imágenes pavorosas. Se habían dado dos fenómenos que pasan cada quinientos años, y se habían dado a la vez, en apenas siete minutos: España pasa de cuartos después de jugar mejor que su rival y tener más ocasiones, y lo hace por penaltis, e Italia pierde un partido que mereció perder, y lo hace además a los penaltis. España siempre la toca muy bien en los partidos trascendentales, y suele perderlos por detalles estúpidos, normalmente bochornosos, relacionados con el árbitro o el destino. El guión se cumplía hasta que en los penaltis, a punto de caer eliminada por la patada al aire de un delantero que cae de culo en el área o una parada de Casillas que dirige el balón al palo y entra después de golpearle la cabeza, a España se le dio por meter, salvo Nurio, todos sus penaltis con eficacia germana.
DONADONI O EL ARDOR
En partidos igualados, los detalles mandan. No le pedíamos nada a Aragonés, salvo que no se encharcase los sobacos. Tiene casi setenta años y a esa edad lo único que se le exige a una persona es higiene. Apareció en chándal y afeitado, así que ya fue bastante. En el banquillo de la bella Italia Donadoni pisoteaba la Historia (pisoteaba, efectivamente, el cliché). Por momentos parecía el Rijkaard que se presentó en Old Trafford con cara de "quién me mandaría a mí fumarme el último porro". Despeinado, con la mirada turbia, la camiseta por fuera y una chaqueta arrugada, Rijkaard y su barba de seis días ejemplificaron la derrota del Barça. Donadoni le cogió la matrícula y alborotó sus rizos, se paseó por la banda con una perilla muy sucia, de contrabandista venido a menos, y el escudo de su chaqueta era grotescamente grande, como si se la hubieran vendido en la feria. En lugar de a una Eurocopa Donadoni parecía haber ido a un after. Vuelve, dice la prensa italiana, la estirada senectud de Lippi y su celebrada austeridad.
EL REY DE ESPAÑA
En el palco estaba sentado el Rey. No disimuló sus afectos: iba con España. Con los penaltis se levantaba graciosamente con el puño apretado y en los descansos se levantaba para ir al baño o estirar las piernas. Lo hizo con cuidado, porque un tropezón a esas alturas es mortal. Imaginen a los jugadores rodeando a Aragonés antes de los penaltis y al Rey llegando en picado, con un escolta agarrándole el tobillo. Curiosamente, en los bares se celebra con entusiasmo y descacharrante alegría las apariciones del Rey en la tele. No así las ventanitas de Colón, ni las fulgurantes apariciones de Camacho, con ese grito final, consumada la victoria, tan español, tan Poli Rincón, que suponemos con la coreografía de un estupendo corte de manga: "¡Venga hombre!". El "a mamarla" de Pepe Sancho versión sobacos.
domingo, junio 22
Tostoneri
España aguarda con el espíritu leve, la tibieza de un juego acolchado y una confianza secreta en el balón, paseándolo en horizontal para lograr la victoria moral, que es la que históricamente siempre nos ha correspondido. Italia espera con ardor guerrero y una pasión ciega, casi genética, por el triunfo. Lo peor de España son los españoles: la expresividad de sus periodistas, el discurso zafarranchero de su entrenador, los hinchas con montera bebiendo gin-tonics y diciendo que les vamos a meter diez. A cuenta de Italia lleva España echándose muchas risas en los últimos años: tantas como derrotas. En la final europea entre Milan y Juve tituló Marca: “Tostoneri”. Y en las entrevistas a los Cannavaros y Zambrottas siempre hay reproches entre baños de satisfacción: “A ustedes les gusta defender, en cambio aquí hay espectáculo, alegría”. “Es que en Italia defender también es un espectáculo”, contestan, “por eso tenemos cuatro títulos mundiales: pero sigan, sigan ustedes divirtiéndose que ya nosotros levantamos las copas”. El periodista Orfeo Suárez daba ayer una clave: Italia se ríe de sí misma. Lo hace Gattuso con un libro sobre su falta de calidad y lo hace Totti con una recopilación de chistes sobre su cociente intelectual. Imaginen a Raúl mofándose de sí mismo y comprenderán la distancia que hay entre unos y otros. Fatuos, más listos que nadie, exquisitos en el toque, llamándose sabio entre ellos, los españoles esperan traducir la gloria de sus periódicos en algo más terrenal: la gloria en el campo.
jueves, junio 19
Literatura
miércoles, junio 18
Una técnica desastrosa
Uno de las mayores tragedias del periodismo moderno, y paradójicamente también su desgarradora salvación, está en internet. No sólo por el apoyo logístico (uno hace hoy entrevistas y reportajes de lo que sea, exigido por la urgencia y apoyándose en lecturas rápidas tan válidas que Juan Manuel de Prada, en un arranque resentido, las llamó ‘cultura Google’) sino para saber por dónde va el lector, y qué le interesa. Salvo alguna lustrosa excepción, todos los ránkings de noticias más leídas o más comentadas apuntan a un hecho histórico: Fernando Alonso. Probablemente sea el fenómeno más importante que le haya pasado a España en los últimos cinco años. Buscando algo con lo que salvar a este país (su periodismo y sus lectores), se dirá que Alonso ha multiplicado una audiencia de 50.000 personas en una de ocho millones. Y a partir de ahí se levantó un imperio: no todos los días se funda un deporte en una nación.
Como hasta el lector se cansa de los motores, sobre todo cuando se rompen más de lo que debieran, ayer el ránking de noticias más valoradas por los lectores del digital de Abc lo presidía el dolor por el incierto futuro del hijo de Bertín Osborne y, en segundo lugar, unas muy enjundiosas declaraciones del famoso (en su boda) Corey Haim, un actor que compartió amores en 1990 con Victoria Beckham. En Diario de Pontevedra hay algunas líneas maestras que nunca fallan para ser leídas o comentadas: el fútbol y Ence (el club y su histórico patrocinio). También abundan los sucesos, porque en una ciudad en la que nadie es anónimo siempre interesa saber de quién es hijo el alborotador del fin de semana. Lo de menos es saber qué ha sido de los viejos lectores de Abc: muchos se han ido muerto y otros estamos aún naciendo. Lo interesante es saber qué dice ese ex novio de Victoria Beckham, por qué lo hace ahora y qué se espera de la vida cuando los lectores de Abc, que no son cualquier cosa, ponen su noticia como segunda más importante del día, por encima incluso de la reconciliación de Pamela Anderson y su Tommy Lee.
Victoria, según su desengañado amante de la adolescencia, "besa pésimo y su técnica es desastrosa. Cuando besa hace un ruido del tipo ‘grrr’. Es como tener a una mujer soplando en los labios". Recuerda a los bostezos prehistóricos de la madre del Luisma, para pasmo de éste: "Parece que está pariendo un cerdo por la boca". Algo se querrá decir con esto. Como siempre ha tenido uno la suerte de besar a mujeres de técnica exquisita, entonces no sabe uno la relevancia que puede tener una noticia así. Sí algo sobre esa técnica tan desastrosa que es darle voz al pueblo y poner al Abc a la altura de Irlanda, que también se la ha dado al suyo. Luego vienen los disgustos: el hijo es yonqui o peor aún: no sabe besar.
martes, junio 17
"Hombres he dicho, no heces"
En la babélica lectura del fin de semana, con el apocado canto de Muñoz Molina recordando que el pueblo vuelve a entregarse con furia al fútbol y los toros (la tercera pata del franquismo era Franco, vino a decir, pero de él no hay noticias), con el revival de Harguindey y Jesús Franco (al que llegué por los artículos de su sobrino hace diez años en El Semanal, un tal Javier Marías), el meneo de Bossa Nova (acerca del libro de Ruy Castro que edita Turner y que traduce mi venerado, mi lengüetado Atleta Sexual), el daguerrotipo de Manuel Vicent sobre Fernando Pessoa y unos apuntes de Deluxe, por aquello de la patria, lucía una página dedicada a Michel Onfray, un filósofo que acaba de publicar una curiosa contrahistoria de la filosofía titulada Las sabidurías de la antigüedad. El argumento es apasionante, porque mira de soslayo el entramado moral que ha ido fortificándose al paso lánguido de los siglos. Onfray sostiene que aquella visión idealista de Platón sigue mandando "a través del cristianismo". De modo que lo que se nos ofrece como actitudes típicas de la filosofía "son dogmas tales como el desprecio al cuerpo, la demonización de los placeres sensuales y de la vida material; o también, que la más elevada virtud consiste en martirizarse y sufrir en aras de la felicidad eterna tras la muerte". Lo que hace Onfray en esa obra que se anuncia es reivindicar a "vividores desaforados o gozadores prudentes", materialistas e "incrédulos irreverentes con la religión y hasta con los legisladores políticos". Tipos, cuenta, que crearon por ejemplo las escuelas de los cínicos. He ido corriendo a por éstos, a visitar sus portales y conocer sus griegas, sus perras costumbres, y un enlace de
lunes, junio 16
Nosotras, las miembras
jueves, junio 12
Pluses
lunes, junio 9
YSL
Esta semana escribió Lola Loscos un obituario excelente sobre Saint-Laurent. A uno los franceses, de Napoleón para abajo pasando por el mismísimo Nicolás (y hasta llegar, despacito, a Serge Gainsbourg) siempre le han inspirado cierta inquieta pasión. Del genio del diseño, el tipo que entendió en su adolescencia que las mujeres debían de vestir mirando de reojo, cuando no de lleno, a los hombres, y que se entregó al negro, que es el color absoluto, recordó Loscos que odiaba la moda: la moda con su absurda tiranía de tendencias para las temporadas de invierno y de verano, la moda que siempre “pasa”, en detrimento del estilo, que Saint-Laurent consideraba eterno. El estilo, o la forma de estar en la vida siendo lo que uno es: la clase, o sea. Como fue jefe de diseño de Dior con 21 años en París, el genio se entregó a una pasión incandescente: el exceso. En su texto, la periodista Loscos alarga la frenada: “artista genial y fragilísimo, de sensibilidad tan refinada que para soportar la existencia recurrió a un sinfín de sustancias más o menos prohibidas”. Hay muchos caminos para entregarse con más o menos desgana a las drogas, y atribuirlo a la fragilidad es una vieja artimaña, pero la refinada sensibilidad parece estar a la altura de Saint-Laurent: todos vemos a muchos yonquis pinchándose incapaces de soportar la absurda levedad del ser. Duda uno que Saint-Laurent buscase en las drogas lo que buscaba Sherlock Holmes, más allá de zambullirse en la sordidez propia de una vida: ese lado que también forma parte de uno, a veces hasta con decadente elegancia, y no responde a tendencias
jueves, junio 5
La vie magnifique
martes, junio 3
24 horas
domingo, junio 1
El Rey se cae: ¡viva, viva!
viernes, mayo 30
Sexo oral
miércoles, mayo 28
Sexo en Nueva York
Vestidas de Louis Vuitton y con los pies en unos 'manolos', uniformadas en una vida como en la otra, las chicas de Sexo en Nueva York ya presentan por el mundo su fascinación en metraje largo, cultivando la estética 'vanity fair' no tanto de femme fatale, que deberían, sino de una muy estudiada y adictiva vacuidad de brioche y champán. En la película Carrie ya no escribe columnas en Daily Star sino en Vogue, y en ese cambio viene implícito el desastre: Sarah Jessica Parker escribe además sin cadencia, "de vez en cuando", sus cositas en la prensa, y qué estilazo de prensa. Si la serie triunfó por el sexo, su fecha de caducidad está ya al aire, destapada como la de un yogur que exige comerse en frío, desenterrada como un cadáver al que yo no queda carne para que los gusanos jueguen. El sexo cada vez interesa menos y cada vez está más pasado de moda y pronto desaparecerá, al menos entre dos y cuatro personas: lo vino a estropear todo internet y su serie de cortometrajes porno que ofrece personalizarlo todo, hasta el tiempo del acto. Sólo treinteañeras con posibles y homosexuales divinos siguen hoy Sexo en Nueva York (Sex in the City, para los iniciados en Prada) con un mínimo exigible de pasión. Si hubo revolución, ya pasó. A las niñas de veinte años les da la risa cuatro tipas envueltas en marcas que pasan los días y las noches en fiestas tan salvajes como las reuniones parroquiales de un cursillo prematrimonial. Ni el East Village ni la sodomización consumista a la que se someten diariamente las muchachas disfrazan su filosofía del terror, a caballo entre la gracieta de medio pelo y un drama de inquietantes momentos sabrosones. También Patrick Bateman y sus chicos de Wall Street quedaban en cafés y se divertían luego entre copas por aquel infame NY, pero al menos llamaban a sus muchachas zorras (porque enteramente lo eran) y de vez en cuando Bateman se homenajeaba con la sierra eléctrica para escándalo de los leñadores vascos, que no sabían cómo se encendía. Nosotros los jóvenes escépticos, ahítos de impostura, deseamos una ficción más gore, menos tontuna, más Brilliant Disguise y menos Bette Midler, por acabar con algo
Arrimados
domingo, mayo 25
Dame algo
jueves, mayo 22
La derrota contemporánea
Un "tonto contemporáneo del siglo XXI", dirigente "inepto, antropófago y tiranuelo", estuvo a punto de ser presidente del Gobierno de España. No lo exigía cualquiera, sino el director de El Mundo, que curiosamente aplicaba ayer, en fascinante rodillo sentimental, estas definiciones a Mariano Rajoy (¡coño, haberlo avisado antes, que estuve a punto de votarle!). A un tipo que lo entrevistaba su americana, de tanta confianza que tenían, lo despacha ahora Pedro J. sin tibiezas. Han pasado dos meses desde las elecciones, y en estos fatigosos días el hombre sensato que había de encauzar España se ha convertido en patrón de tontos y aprendiz de tirano: un proceso camaleónico al que hemos asistido, atónitos, los españoles y los menos españoles. Para entender estas cosas hay que leer antes otras muchas, como aquella bíblicas páginas con las que Pedro J. obsequió a Rajoy, previo paseo nocturno por el casco viejo de Compostela. El Mundo, como media España, quería que Rajoy ganase las elecciones, pero con ser mucha, la otra media que quería que ganase Zapatero fue más. Perdido el juego de la voluntad popular, los periodistas adictos han decidido meter el bisturí en el partido que ellos consideran suyo, porque tienen la convicción (moral, dirían ellos) de que esos votos les pertenecen. ¿Quién si no ha levantado bajo espasmos al pueblo español con llamamientos a la sublevación cada día de estos últimos cuatro años? ¿Quiénes si no ellos han alimentado el cocodrilo del 11-M con hipótesis robadas de un guión de los Morancos? ¿Quiénes, en definitiva, han anunciado que Navarra se vende, España se rompe, las familia tradicional se extingue, los moros nos invaden, ETA nos gobierna y los homosexuales se reproducen entre ellos, sin atender a leyes naturales? Le piden poco al partido por el favor prestado: elegir la cúpula, los posicionamientos ideológicos y marcar el rumbo. Que se sirvan ahora de palmeros como María San Gil, Gustavo de Arístegui o la mismísima Ana Botella, peras y manzanas al fresco, es casi cómico. Si exigen meter sus manos con tanto desparpajo en el PP derrotado, moviendo sus peones con el colmillo retorcido, ¿qué hubiera pasado si Rajoy, en un error histórico que jamás se perdonaría, ganase las elecciones?
Nak, Nak, Nakin
martes, mayo 20
La alfombra roja
En Cannes se estrenó ayer Gomorra, la película que ha hecho Matteo Garrone del libro de Roberto Saviano. A Saviano le siguió pronto uno la pista por cuestiones generacionales (sólo desde Gertrude Stein, y no antes, es uno muy sensible a las frivolidades del calendario). Hace algunos años le entrevistaron en España y luego fue dejando aquí y allá sus notas. Un tipo perseguido por la mafia, y escribía de ella. Como la mafia (su artificial erótica, más bien) es uno de mis asuntos favoritos, y a Saviano entonces le seguía la pista, unas Navidades me cayó Gomorra, un libro devastador, alucinante, de los manejos de
lunes, mayo 19
Una buena muchacha
Poscrimen
jueves, mayo 15
Makeleles
miércoles, mayo 14
Chufa
El horror, con ser tan antiguo como la palabra, lo inauguró como fenómeno de masas Marlon Brando con la cabeza afeitada como un huevo y recostado, gigante, en el corazón de las tinieblas. Ha vuelto ahora María Teresa Fernández de
lunes, mayo 12
"Hey, honey"

Se cumple mañana el décimo aniversario de la muerte de Frank Sinatra. En 1965 Gay Talese, cuando Sinatra llevaba más de la mitad de su vida consumida, hizo un trabajo antológico para la revista Esquire. "Frank Sinatra, con un vaso de bourbon en una mano y un pitillo en la otra, estaba de pie, en un ángulo oscuro del bar, entre dos rubias atractivas aunque algo pasaditas, sentadas y esperando a que dijera algo. Pero Frank no decía nada", empieza. El hombre de 77 años que se bebió dos botellas de whisky antes de salir a dar un concierto en A Coruña en 1992, siguiendo una escrupulosa tradición, mereció un capítulo aparte en un libro espléndido escrito hace cuatro años por Marcos Ordóñez sobre los años españoles de Ava Gardner: Beberse la vida. Allí se cuenta cómo Sinatra se encontraba rodando Orgullo y Pasión en España acumulando escándalos en su hotel, destrozando sillas contra el retrato de Franco y bebiendo todo aquello que era susceptible de ser bebido junto al ayudante de dirección Perico Vidal. Una de aquellas noches Sinatra se dirigió al piano del bar del hotel con una copa en la mano y pidió conferencia con un domicilio de Madrid: sabía él y sabían todos que Ava Gardner, el infernal amor de su vida y por la que Sinatra casi se mata en dos ocasiones, estaba en España. Alguien habló al otro lado de la línea y él murmuró: "Hey, honey". Sin tiempo a recibir respuesta, comenzó a cantar una canción tras otra: un repertorio lento y sentimental. Todo el mundo en el bar calló para escuchar el susurro de Sinatra. "Estábamos petrificados. No nos atrevíamos ni a movernos para no interrumpirle", dice en el libro Perico Vidal. Cuando ya llevaba un tiempo incontable al piano se abrieron las puertas del bar del hotel Felipe II, en El Escorial, y apareció Ava Gardner envuelta en un abrigo de visón blanco sin nada debajo. "Sinatra no se dio cuenta de que llevaba una hora cantándole al vacío. Ni de que ella estaba allí. Seguía cantando con la cabeza baja, pegada al teléfono. Entonces ella llegó hasta él. Colgó el teléfono. Le tendió una mano y se lo llevó. Así, sin palabras", explica Vidal.
Románticos
viernes, mayo 9
Mujeres de Serradilla del Arroyo
Las madres de siete niños del colegio de Serradilla del Arroyo, de 400 habitantes, decidieron dar el año pasado la campanada posando tapadas para un calendario sólo con guirnaldas navideñas y gorritos de Papa Noel. Era su manera de recoger fondos para que el pueblo tuviese un local de ocio para sus hijos. "Aquí no hay alternativas y los niños tienen que disponer de las mismas oportunidades que los que viven en la capital", dijeron entonces. El espectáculo mereció difusión: se desvestía
miércoles, mayo 7
Exceso de civilización
martes, mayo 6
"Desapareció de mi vista y se escondió"
Como los cuerpos que la mar vomita del fondo nueve días después de muertos, el deporte echa a la superficie su intrahistoria pasados los años, cuando cualquier miseria puede ser vista por el público como una simpática trastada, propia de un muchacho de pasado rebelde y ducho en picardía.
Así Bilardo y los famosos alfileres que la defensa de su equipo, Estudiantes
Así Argentina y sus muchachos, en Italia 90, cuando drogaron al lateral brasileño Branco: "Alguien picó un Royphol (tranquilizante para reducir la angustia que puede provocar incoherencia o torpeza en el lenguaje, falta de coordinación y sequedad en la boca) y se pudrió todo. Estaban todos (en referencia a los jugadores de Brasil) y venían a tomar el agua los buenos de ellos. Yo les decía ‘toma, toma Valdito’ y Branco la tomó toda. Lanzaba los tiros libres y se caía", contaba saleroso un patético Maradona hace un par de años, y menos mal que sólo picó el Royphol.
Y así Giner, el defensa del Valencia que confesó ayer que estaban primados por el Barcelona para secar al Deportivo en el final de
Pasa a veces: se da un hecho por cierto basándose en ciertas evidencias sin que nadie salga a contarlo. En quince años uno tiene la capacidad insólita de hacerse un hombre o de hacerse lo que sea. No sabemos lo que es ya Giner, pero ayer abrió la boca y lo menos importante que dijo fue lo de la prima. También estaba primado el Tenerife y nadie agitó el fajo: sólo Núñez sabe cuánto le costaron las Ligas al Dream Team. Del discurso de Giner lo que le llamó a uno la atención fue Bebeto: "Durante el partido me recriminó que éramos unos vendidos y que si no me daba vergüenza. Cuando pitan el penalti me dirijo a él y le digo que ya lo tenían, que si era lo que quería ya lo había conseguido. Desapareció de mi vista, se escondió y lo tuvo que tirar Djuka". Eso también lo supimos, porque estábamos delante de la televisión, pero nadie de los que estaban en el campo lo dijo. Bebeto se cobijó bajo las faldas del miedo retratado como un cobardón. Nunca una abdicación fue tan clamorosa. Que el penalti lo falló él cuando rechazó el balón y salió del foco es una evidencia: puso el pescuezo de Djukic bajo la cuchilla y asistió impertérrito a la matanza con la que el destino ajustició al equipo por su causa.
lunes, mayo 5
En el nombre del tío
1) Suenan clarines y trompetas para anunciar la portada de Interviú: Magdalena, nombre evocador de la pecadora reconvertida en objeto de culto de los Dan Brown de turno, se desnuda. No lo hace por su cuerpo, sino por su sangre: es sobrina de Rouco Varela. Dice que su tío representa la hipocresía. A mí siempre me han puesto muy nervioso las entrevistas de mujeres en tetas. En el Diario no he llegado a hacer ninguna, y habré entrevistado a un ciento de ellas. Bien es cierto que ninguna me ha pedido dinero, así que yo no he mendigado más que un titular. Y que no trabajo en Interviú, ni he posado nunca allí. Magdalena ha decidido desempolvar los pezones y tirar de la cadena. Pudo haber escrito un libro hurgando en la intimidad familiar, que al menos está mejor visto que sacarse la ropa, pero el esfuerzo era exigente: no es lo mismo exhibir la cabeza que las tetas.
2) Muchos madridistas de bien estuvimos de madrugada despiertos esperando un traspié de Raúl en su escorzo al amarrar a
3) En El País del sábado, agachado en un apoyo, se publicó uno de esos párrafos memorables que aparecen una vez cada cinco años. Sucedió en los fastos de la inauguración de la muestra del 2 de mayo: "Pizarro fue también objeto de la comidilla general porque se lanzó como un poseso a buscar una moneda, según varios asistentes. Era de 10 céntimos y se le había caído a Miguel de